Atlas Copco

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En este artículo hablaré de una empresa sorprendentemente "desconocida": Atlas Copco. No estoy afirmando que sea una empresa desconocida por su tamaño (cuenta con una capitalización bursátil de alrededor de 85.000 millones de dólares), sino más bien porque, debido a su ubicación (Suecia), la empresa parece operar al margen de muchos inversores estadounidenses. Muchos se sorprenden al descubrir que Atlas Copco ha logrado una CAGR (Compound Annual Growth Rate) de 18% desde 1990. Eso se traduce en un outperformance del 7% anual frente al S&P 500:

Atlas Copco no sólo ha rendido increíblemente bien en el pasado, sino que también está posicionada para seguir haciéndolo en el futuro. Es muy probable que sus productos y/o servicios hayan desempeñado un papel crítico en la fabricación de cualquier producto que estés utilizando ahora o incluso algo que estés bebiendo/comiendo. Atlas Copco es una empresa industrial diversificada con presencia en la mayoría de los procesos industriales modernos. Este es uno de los aspectos que hacen atractiva a la empresa, pero no el único.

Como de costumbre, repasaré prácticamente todos los temas importantes. El análisis estará dividido de la siguiente manera:

• Sección 1: Historia y lo que hace

• Sección 2: Los estados financieros y palancas de crecimiento

• Sección 3: Competencia, Foso y los riesgos

• Sección 4: Gestión e incentivos y asignación de capital

• Sección 5: Cómo cumple la empresa con las características que busco

• Sección 6: Situación actual y valoración

• Sección 7: Conclusiones

Antes de pasar directamente a la historia de la empresa y lo que hace, aquí tienes un breve resumen de la misma:

La parte de historia la dejaré en abierto para todos, con el resto de contenido siendo exclusivo para suscriptores de pago. Si quieres tener acceso a dicho contenido y al resto de análisis en profundidad (hay más de 10 publicados ya), puedes hacerte suscriptor de pago:

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Sección 1: La historia de Atlas Copco - 150 años, un denominador común

Cuando añadí Atlas Copco a mi cartera en 2022, era con diferencia la empresa más antigua de la misma. Este ya no es el caso tras las incorporaciones de Deere y Hermes, pero no por ello su historia es menos increíble. A diferencia de Hermes y Deere, Atlas Copco no sólo tiene una larga historia, sino también una bastante dinámica.

Como ya sabrás, tiendo a fijarme bastante en la edad de las empresas, no porque crea que el pasado es un indicador perfecto del futuro, sino porque considero una buena señal que una empresa haya sido capaz de sobrevivir 150 años estando perfectamente posicionada para aprovechar las tendencias futuras. Esto, en mi opinión, es un excelente indicador de una cultura empresarial superior.

La historia de Atlas Copco comienza con Eduard Fränckel, un alto funcionario de 35 años de los Ferrocarriles Estatales Suecos. El Sr. Fränckel hizo una presentación pública a principios de la década de 1870, en la que se preguntaba por qué no había empresas especializadas en ferrocarriles en Suecia a pesar de todos los recursos disponibles en el país.

Uno de los asistentes a esta presentación fue A.O. Wallenberg, fundador del Enskilda Bank. El apellido Wallenberg es muy importante para Atlas Copco, incluso hoy. El Sr. Wallenberg vio la oportunidad y, junto con otras tres personas influyentes, decidió crear una empresa para llenar este vacío. El único requisito para la nueva empresa era que Eduard Fränckel debería ser el director general. Por suerte para Wallenberg, Fränckel aceptó el cargo, y en 1873 nació AB Atlas en Estocolmo. El objetivo de AB Atlas era suministrar a la industria ferroviaria todo el material necesario.

Los primeros años fueron muy buenos, pero el destino de la empresa cambió pronto cuando una recesión azotó el país en la década de 1880. La producción de AB Atlas cayó un 70%, Eduard Fränckel fue sustituido por Oscar Lamm y la empresa se reconstituyó como Nya Aktiebolaget Atlas. La primera tarea de Oscar Lamm fue la diversificación para evitar un episodio similar en el futuro.

La empresa avanzó con paso firme en su camino de diversificación, dando el salto a herramientas industriales en la década de 1890. Sin embargo, a finales de esa década se produjo un acontecimiento aún más importante. En 1899, la empresa adquirió una compañía estadounidense de compresores para uso interno. Pronto empezó a fabricar y vender compresores de manera externa, un segmento que ahora representa casi el 45% de los ingresos de Atlas Copco y una parte aún más importante de sus beneficios (es de los negocios de mayor calidad que nunca he analizado, con ROCEs extremadamente altos).

Los propietarios mayoritarios de Atlas (los hermanos K.A. y Marcus Wallenberg) y Oscar Lamm, continuaron la diversificación y se lanzaron a la fabricación de motores diésel durante los primeros años del siglo XX. Para ello fundaron una nueva empresa, AB Diesels Motorer. La nueva empresa fue un éxito y, en 1917, AB Diesels Motorer y Nya Atlas se fusionaron para constituir una nueva compañía: Atlas Diesel.

Atlas Diesel tenía dos segmentos distintos: neumática y compresores, y motores diésel. (Sólo un pequeño comentario: resulta francamente sorprendente la cantidad de empresas centenarias que tuvieron que adaptarse por completo al paso del caballo al automóvil a pesar de que éste ni siquiera era su negocio principal. Hermes y Deere también son buenos ejemplos de ello).

Una vez más, una crisis económica se interpuso en el camino del éxito. La depresión de la posguerra de principios de los años 20 y la Gran Depresión de 1929 supusieron un reto mayúsculo para Atlas Diesel y condujeron a dos reorganizaciones en 1925 y 1934. Uno de los motivos de los problemas fue el exceso de capacidad de la empresa combinado con una estructura muy intensiva en capital debido a la producción de motores. A pesar de que en los años siguientes la dirección consiguió hacer crecer el negocio diesel, la empresa acabó abandonando esta actividad en 1948 para centrarse en la neumática debido a los mayores márgenes de esta última línea de negocio. Posteriormente, el nombre de la empresa cambió a Atlas Copco. Copco proviene de una filial belga llamada (CO)mpagnie (P)neumatique (Co)mmerciale y reflejaba el nuevo enfoque del negocio.

La historia de la empresa es fascinante y ha dado forma a su estructura actual. Esta continuidad no habría sido posible sin la familia Wallenberg, que sigue siendo uno de los accionistas mayoritarios de la compañía a través de Investor AB, poseyendo más del 17% de las acciones en circulación y un poder de voto aún mayor. Si deseas leer más sobre la historia de la compañía, Atlas Copco pone a disposición una página web.

Ahora que conocemos su historia, echemos un vistazo a lo que hace la empresa en la actualidad.

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